viernes, 7 de diciembre de 2012

CEVICHE DE DORADO, CON VINAGRETA DE MARACUYA

        CLASIFICACION
CEVICHE DE  DORADO, CON VINAGRETA DE MARACUYA COCINA MEXICANA CONTEMP.
MAIZ AMARILLO Y UN AROMA DE CHILE MORITA    
     
   
     
    RENDIMIENTO
    PAX :   4
   
    ELABORADO POR:
    CHEF FABIAN S. BAUTISTA
    OBSERVACIONES
    ORIGEN EN LAS ZONAS COSTERAS
    DE LOS ESTADOS DEL PACIFICO
DESCRIPCION
CANTIDAD U.M.

FILETE DE DORADO   400 GR    
TOMATE SALDET   350 GR    
CEBOLLA MORADA   120 GR    
CILANTRO FRESCO   50 GR    
MANGO PETACON SEMI MADURO   250 GR    
GRANOS DE ELOTE EN LATA   180 GR    
PULPA DE MARACUYA (FRUTA DE LA PASION)   180 ML    
JUGO DE LIMON   80 ML    
VINAGRE BLANCO   60 ML    
CHILE MORITA   20 GR    
SAL   C/S      
PIMIENTA NEGRA MOLIDA   C/S      
PEPINO CRIOLLO   200 GR    
ACEITE DE OLIVA    30 ML    
           
           
           
           

         












 
PREPARACION
1)   EN UN BOWL MEZCLAR EL JUGO DE LIMON JUNTO CON LA PULPA DE MARACULLA, VINAGRE BCO 
Y ACEITE DE OLIVO HASTA OBTENER UNA SALSA HOMOGENEA. POR ULTIMO SAZONAR CON SAL Y PIMIENTA.
           
2) PICAR EN CUBOS PEQUEÑOS LA CEBOLLA,  TOMATE SALADET, MANGO YFILETEAR MUY FINAMENTE 
EL CILANTRO. MEZCLAR CON EL GRANO DE ELOTE Y RESERVAR EN UN RECIPIENTE. 
 
3) CORTAR EL FILETE DE DORADO EN CUBOS APROX. DE UN CENTIMETRO Y DEJAR MARINANDO CON
LA MEZCLA DEL PASO 1 DURANTE 10 MINUTOS.
 
4) TOSTAR EL CHILE MORITA EN LA PLANCHA O SARTEN HASTA OBTENER UNA TEXTURA QUEBRADIZA 
Y PASAR POR LA LICUADORA O MORTERO HASTA DEJAR UN POLVO FINO.
           
5) POR ULTIMO MEZCLAR EL PEZCADO CON LOS DEMAS INGREDIENTES DEL PASO 2 Y  AGREGAR UN POCO DEL POLVO 
DE CHILE MORITA. RECTIFICAT EL SAZON Y DECORAR CON JULIANAS DE PEPINO ALIÑADO CON SAL Y JUGO DE LIMON.
 
 
 

martes, 27 de noviembre de 2012

EL MAIZ. IMPORTANCIA CULANARIA Y MITOLOGIA

LA IMPORTANCIA DEL MAÍZAsí como la domesticación del trigo en la Mesopotamia y la del arroz en India y China sentaron las bases para la revolución neolítica en Europa y Asia, la domesticación del maíz transformó el desarrollo cultural de todas las civilizaciones americanas posteriores.

El maíz es muy versátil, sus granos tiernos pueden consumirse tostados o cocidos.
Cuando están secos se transforman fácilmente en masa para tortillas o tamales.

Su cultivo no requiere de arados ni animales de tiro. Para la siembra basta un bastón de madera dura (la coa) con el cual cavar el hoyo donde irá la semilla. Progresa sin necesidad de irrigación ni mayores cuidados. No requiere de suelos planos ni especialmente preparados. 
Crece tanto en altura como a nivel del mar y puede darse tanto en climas tropicales como en zonas frías de llanura o de montaña. Sus granos se almacenan fácilmente y pueden utilizarse mucho tiempo después de la cosecha.

Constituye un excelente alimento tanto para los humanos como para aves y animales domésticos. Las hojas de la planta y la de la mazorca pueden usarse para envolver y cocinar diversos platillos.Los olotes (marlos) secos y sin granos se utilizan como combustible. Las cañas secas sirven para construir muros y techos. Finalmente los residuos o barbechos constituyen un excelente abono.

Todo esto explica que se convirtiera en la base de la alimentación de quienes aprendieron a cultivarlo.

Además, los antiguos mexicanos descubrieron una forma realmente exitosa para que su ingesta fuera aún más digerible y saludable. Este proceso conocido como “nixtamal” del maíz consiste en el cocimiento lento de los granos en agua alcalina (con tequesquite, ceniza o cal), permitiendo el desprendimiento de la cutícula u hollejo indigesto. Esto produce, entre otros beneficios, que el nivel de calcio de las tortillas aumente veinte veces.
Las tortillas han constituido desde tiempos inmemoriales el sustento básico de las poblaciones mexicanas. Nadie puede probar a ciencia cierta cuando aparecieron pero se supone que existen casi desde la domesticación del maíz, ya que en yacimientos arqueológicos muy antiguos se encuentran metates y comales, los instrumentos culinarios imprescindibles para producirlas. 

Es muy probable que la producción de tortillas haya constituido la principal ocupación de las mujeres mexicanas a lo largo de milenios. Esta siempre fue una tarea hogareña femenina y se ha calculado que una mujer europea de una cultura triguera precisaba emplear unas tres o cuatro horas a la semana para fabricar el pan necesario para su familia, mientras una mujer mexicana necesitaba de treinta y cinco a cuarenta horas para producir tortillas, que sólo pueden consumirse siempre calientes y recién hechas. 

EL MAIZ EN LA MITOLOGÍA PREHISPANICA
El maíz fue incorporado de diversos modos a la mitología prehispánica. Para los mayas quichés que escribieron el Popol Vuh, los dioses creadores fueron probando con distintos materiales, pero recién pudieron dar origen a los hombres verdaderos cuando los fabricaron con semillas de maíz.

También los mexicas concibieron la creación en etapas sucesivas hasta llegar a la verdadera humanidad y su alimento perfecto: el maíz. Ambas culturas manifestaban en sus mitos desprecio por aquellos pueblos que no fueran capaces de sembrar maíz.

Chicomolotzin, o “7 mazorcas de maíz” era para los mexicas la Diosa de los Mantenimientos. El numeral 7 significaba semillas para el lenguaje esotérico de los brujos y el nombre esotérico del maíz era “7. Serpiente”. Tal vez porque esta Diosa también era llamada Chicomecóatl que significa justamente “7.Serpiente”.

Cada planta importante para los mexicas tenía su deidad y el maíz que era la más trascendente de todas tenía diversas representaciones.

Centéotl (centli: maíz y téotl: dios) era el dios del maíz en general.

Xilonen , concebida como una deidad joven, era la diosa de la mazorca tierna.

Itlamatecuhtli , “la señora de la falda vieja”, era la diosa de la mazorca seca.

Se ha conservado incluso, por tradición oral en lengua “náhuatl” un antiguo himno al dios del maíz “Centéotl”, cuya traducción aproximada es:

Ha nacido el dios del maíz
en Tamoanchan.
En el lugar en que hay flores
el dios “1. Flor”,
el dios del maíz ha nacido
en el lugar en que hay agua y humedad,
donde los hijos de los hombres son hechos,
en el precioso Michoacán.

lunes, 26 de noviembre de 2012

La cerveza artesanal en México


A finales del siglo pasado, este tipo de cerveza comenzó a producirse y consumirse en la región del centro del país. Hoy, su gusto se ha extendido a toda la República. ¡Conoce la historia y secretos de este “trago indie”!


Los microcerveceros coinciden en que el pionero de la cerveza artesanal es Gustavo González, creador de la legendaria Cosaco. Él empezó a elaborar cerveza desde 1995, alentado por el impulso de los artesanos estadounidenses. En 2000 creó su marca. “Son cervezas maltosas, cremosas y muy puras, no quiero embotellar porque Cosaco nació en barril y al hacerlo siempre habría comparación.”
Cosaco tiene tres estilos: negra, roja y güera. La primera cumple con la percepción de la gente que asume a las cervezas oscuras de calidad superior; la segunda es un juego de sabores, con maltas caramelizadas y notas frutales. La güera busca complementar el espectro: “Va con notas de miel y termina con un poco de amargor del lúpulo; su espuma es densa, está hecha para complementar a las otras. No podía ser una lager aguada.”
Fiel a la mística de la cerveza artesanal, Gustavo encuentra cierto orgullo en su venta minoritaria y especializada. “Prefiero que se venda Cosaco donde no haya punchis punchis ni niñitos de 18 años emborrachándose. Si un vaso de Cosaco cuesta 60 pesos, la gente no la toma para embriagarse, sino para disfrutar.”

Cervezas de sabores

En Tlalnepantla están las plantas de Calavera y Jack, ambas interesadas por experimentar, si bien el camino de cada maestro cervecero ha sido distinto.
Bjorn Gilbert Nielsen fundó Calavera en 2008, después de ganar un concurso en Dinamarca de cerveza casera. Sus productos se caracterizan por un toque adicional a su hechura formal. “La Mexican Imperial Stout es una cerveza negra con notas de chocolate y café, pero además tiene chile morita, chile ancho, huajillo, chipotle; la diseñamos para que maride con mole.” Y fue una pena no haber probado la Yule, de estilo belga, con ingredientes de ponche como chabacano, tejocote y caña de azúcar. “Cuando la cocinamos toda la calle huele a posada.” La Sanctum es una weizen con hoja santa, anís y nuez moscada.
Calavera quiere ser autosustentable, con malta y cebada producidas en México (usualmente se importa de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Bélgica), que trabaje con energía solar o eólica, aliados con ejidos que puedan desarrollar sus productos. Y quieren, al cabo de una década, llegar al millón de litros de cerveza anuales.
Jack nace del deseo de José Morales y su esposa Claudia Rivera por hacer un negocio que los independizara de sus trabajos. Algún día caluroso compraron cervezas. Se preguntaron qué tan difícil sería hacerlas. Descubrieron la existencia de los home brewings, y el único que entonces había en México, Héctor Maldonado, los proveyó de su primer kit casero. ˝Al principio fue un desastre, todo se echaba a perder y tienes que controlar la fermentación, es un problema porque cuando se sale de control se convierte en vinagre”, explicó José. La experiencia hubiera quedado en triste aventura hasta que Maldonado le sugirió que se especializaran en un tipo de cerveza. Cuenta José que su esposa lo alentó y lo mandó nada menos que a Irlanda.
Llegó a un pub donde el maestro cervecero prometió enseñarle a cambio de que trabajara para él. José lavó pisos y baños, limpió mesas y lidió con borrachos, hasta que ocho días después conoció la planta y la receta que importó a México. “Era una imperial stout que en Irlanda se hacía para enviar a los zares de Rusia, yo la rebajé un poco porque el mercado mexicano no está acostumbrado a sabores tan fuertes ni tan amargos, entonces volvimos a hacer inversiones fuertes.”
Jack se vende en estilos porter y stout. Pronto sacarán una cerveza weizhen, fermentada con pulpa de mango. ”Queremos quedarnos con cuatro estilos, no caer en los experimentos de antes”, explica José, quien se confesó ser un maestro cervecero con más olfato que gusto. “Claudia va catando; ella trabaja en los sabores y yo siempre estoy oliendo.”

Empresas refrescantes

No todos son proyectos personales, empresarios en grupo también crean restaurantes-bares con el agregado de producir su propia cerveza. Beer Factory, que nació en 1997, ha abierto distintas sucursales, todas con su propia planta cervecera. Se puede encontrar en Santa Fe, Cuicuilco, Mundo E, pero empiezan a abrirse en Puebla y Jalisco. Sus cervezas de línea son cinco: Mediterránea (light ale), Coronel (pilsner), Santa Fe (Viena), Coyote (pale ale) y Luna Llena (stout irlandés). Además, hacen cervezas de sabores.
“Hacemos la cerveza en la mañana, de siete a tres de la tarde”, explicó Rafael Galindo, Jefe de Control de Calidad. “A las doce se abre el restaurante y el cliente que llegue a esa hora y quiera ver la elaboración de cerveza, le ofrecemos un tour”. Galindo explicó que, como artesanos de la cerveza, cumplen con la Ley de Pureza Alemana establecida en 1516. “Indica que la cerveza artesanal sólo puede elaborarse con cuatro ingredientes: malta de cebada, agua, lúpulo y levadura. Hacemos volúmenes pequeños y no utilizamos adjuntos”. Pronto venderán sus cervezas en botella, para que puedan disfrutarse sin necesidad de ir al restaurante.
El reto de Primus, elaboradores de la cerveza Tempus, tiene un carácter más gremial: consiste en reunir a los microcerveceros mexicanos bajo el lema: “Por Una Cerveza Libre”, que refuerce una identidad. Para asumir ese liderazgo, Rodolfo Andreu antes debió crear su propia marca y de ahí a un proyecto empresarial que comprende no sólo la elaboración de cerveza, sino también la apertura de bares que vendan creaciones propias y de otros. “Empecé a hacer cerveza en octubre de 2004 e invité a mi primo a crear Primus en 2006. Un año después, salió al mercado Tempus Alt. En octubre de 2008 saqué Tempus Doble Malta, con un estilo estilo atlbier imperial: una cerveza con más alcohol y más cuerpo.”
Dueños de los bares El Depósito y La Graciela, los hacedores de Primus quieren proponer a su cerveza como una bebida con la misma calidad que el vino, de modo tal que en los restaurantes hubiera cartas de cervezas por estilos, así como existen de vinos.
Las cervezas artesanales no sólo están disponibles en la Ciudad de México; tiene bastiones importantes en Guadalajara, Baja California y Monterrey, además de marcas que van sobresaliendo en otros estados del país. En todos, ha sido un gozoso juego de sabores, experimentos, impulsos y aromas: una experiencia multisensorial que va cautivando a los paladares mexicanos y que tiene una presencia cada vez más fuerte en las mesas gourmets de México.

sábado, 24 de noviembre de 2012

receta. mole de betabel con guajolete


CLASIFICACION
PECHUGA DE PAVO CON MOLE QUERETANO DE BETABEL Y ARROZ COCINA MEXICANA CONTEMP.
CREMOSO DE CHILE GUAJILLO.
RENDIMIENTO
PAX :   4
ELABORADO POR:
CHEF FABIAN S. BAUTISTA
OBSERVACIONES
ORIGEN EN LA COCINA QUERETANA
TRADICIONAL.
DESCRIPCION
CANTIDAD
AL
CHILE ANCHO 150 gr
CHILE GUAJILLO 250 gr
BETABEL 25 gr
PAN  BOLILLO 80 gr
AJO 50 gr
CEBOLLA BLANCA 150 gr
TORTILLA TOSTADA 25 gr
AZUCAR ESTANDAR 5 gr
MANTECA DE CERDO 100 gr
LAUREL 2 gr
TOMILLO 2 gr
MEJORANA 2 gr
CANELA EN RAMA 2 gr
PIMIENTA NEGRA MOLIDA 2 gr
PECHUGA DE PAVO 800 gr
SAL 5 gr
CACHUATE TOSTADO 70 gr
ARROZ 250 gr
CREMA PARA BATIR LYNCOTT 350 ML








P R E P A R A C I Ó N
1) TOSTAR LOS CHILES EN EL HORNO, HIDRATAR EN AGUA.  LICUAR PERFECTAMENTE
2) FREIR EN MANTECA DE CERDO EL CACAHUATE, TORTILLA, PAN. POSTERIORMENTE MOLERLO
Y RESERVAR.
3) CEBOLLA AJO, CANELA , PIMENTA , MEJORANA Y LAUREL FREIR CON LA MANTECA. MOLER Y COLAR
PERFECTAMENTE, PORSTERIORMENTE MEZCLAR  CON LOS CHILES.  PONER A FUEGO BAJO.
HASTA QUE SUELTE EL PRIMER  HERVOR, UNA VEZ HECHO ESTO AGREGAR NUESTRA MEZCLA DE 
EL PASO NUMERO 2. DEJAR QUES E COCINE POR 20 MINUTOS.      POR ULTIMO AGREGAR EL BETABEL 
PREVIAMENTE COCIDO  EN AGUA CON SAL  Y LICUADO.
SAZONAR CON SAL, PIMEINTA Y AZUCAR.
RECTICAR TEXTURA Y SAZON.
4) COCER EL ARROZ AL VAPOR Y RESERVAR.  EN UNA SARTEN COLOCAR CEBOLLA, AJO Y EL CHILE GUAJILLO. SALTEAR
HASTA TENER UN COLOR DORADO, LUAR CON LA CREMA LYNCOTT Y AGREGAR LA MEZCLA AL ARROZ Y SAZONAR.
5: POR ULTIMO SERVIR CON UNA PIEZA DE GUAJOLOTE. Y ARROZ CREMOSO DE GUAJILLO.  

Una Mirada A La Cocina Mexicana Contemporánea


El siguiente es un breve paseo por algunos de los principales exponentes de la ya de por sí sofisticada gastronomía nacional, acompañados de una serie de platillos que te abrirán el apetito y la imaginación.


Hay quien sugiere que la llamada nueva cocina mexicana es la mezcla de las recetas, técnicas e ingredientes nacionales con los propios de la alta cocina internacional, tema del que no estoy del todo convencido. Me explico: sólo basta con intentar hacer un mole -el mítico mole de 27 ingredientes-, o el tan discreto pero sofisticado pepián, o, digamos algo más sencillo, unos chiles en nogada, como para darse cuenta de que para lograr uno de estos platillos se necesita un dominio y conocimiento de los ingredientes, recetas y técnicas dignos de un especialista en alta cocina. Lo que afortunadamente logramos encontrar en algunos mercados y muy particularmente en casa de algunas abuelas, y -si eres muy afortunado- en casa de la mamá, son confecciones de alta cocina, real. Realmente la alta cocina la tenemos desde hace un par de siglos.
Podría mencionar entonces a la cocina (mexicana) contemporánea como esta imparable evolución de la (alta) cocina (mexicana) experimentada con las nuevas técnicas, ingredientes y fusiones, además con un elemento esencial que buscan las cocinas del mundo: el rescate de sus cocinas autóctonas, primitivas, tradicionales. Vamos, no hay cocina moderna que no parta de la tradicional.
Y como sucede en la escena mundial, México no se ha quedado atrás en esta evolución. No son pocos los chefs, (¿chefas?), gastrónomos, gourmets, investigadores y entusiastas comelones que han impulsado, desarrollado y apoyado a la cocina mexicana en su conocimiento, difusión y sobre todo en la revaloración que invariablemente la lleva a su evolución y ahora a su faceta contemporánea. Lo que más me sorprende y me da orgullo de la gastronomía nacional es la justicia de género, que ha imperado en esta historia moderna. Son muchas más las mujeres que como buenas madres de esta cultura matriarcal, han impulsado -y lo siguen haciendo- a nuestra gastronomía nacional.
Empezando por la de mayor trayectoria se encuentra Alicia Gironella De´Angeli. De padre catalán y madre yucateca, ha sido de las más férreas defensoras de la comida prehispánica. Su marido, Giorgo De´Angeli, fue el encargado de realizar la primera guía gastronómica de México, mientras que ella por su parte, abrió uno de los primeros restaurant-taller al más puro estilo experimental de la cocina moderna. Todavía hoy podemos gozar de sus neo-preparaciones de la cocina antigua y moderna en el restaurante Tajín de la Ciudad de México: ensalada de higos con queso de cabra con aderezo de miel, aceite de oliva y ajo; la sopa de milpa; el chilachole de jaiba; así como gorditas de chicharrón, tostadas de marlin ahumado de Tampico y xoconoxtles enmielados.
Además de ser miembro de la Academia Culinaria de Francia, Alicia se ha involucrado en proyectos académicos como la creación en 1989, del Centro de Estudios Culinarios Académicos en la Universidad Iberoamericana. Viajera frecuente en festivales de cocina mexicana alrededor del mundo, Alicia fue la organizadora del Primer festival de cocina mexicana, en el puerto de Acapulco, siendo el primer festival que obtuvo la atención internacional -desafortunadamente más que la nacional- sobre la cocina mexicana. Por otro lado, la dupla De´Angeli ha sido la responsable de escribir el titánico Libro de la cocina mexicana, editado por Larousse, así como de participar en la elaboración del expediente para la candidatura de la comida mexicana como patrimonio oral e inmaterial de la humanidad, presentado ante la UNESCO en 2006.
Otro de los pilares es Patricia Quintana. Apasionada e infatigable promotora, su trabajo está sustentado en una sencilla premisa: “la creación parte de la tradición”. La chef Quintana empezó en la década de los setenta con las obligadas clases de alta cocina con los mejores chefs europeos y norteamericanos. Después de aprender de esas escuelas las técnicas y sus historias, dirigió todo su interés -en los últimos 30 años de su vida- por el rescate de la comida tradicional indígena de los rincones más insospechados de México. Además del rigor en la documentación -que ha resultado en una infinidad de libros publicados-, se ha preocupado por el rescate del uso de las especias, el ritual de las presentaciones y hasta el cultivo de vegetales autóctonos, que afortunadamente podemos apreciar en Izote, su restaurant en el DF, donde presenta su cocina contemporánea, que al fin es una sofisticación del sabor indígena y que este año la llevó a España, al salón Madrid Fusión, actualmente el escaparate de las cocinas más vanguardistas del mundo, en donde presentó platillos tales como panuchos yucatecos y filete de pescado en mole amarillo y torta de elote, sin olvidar sus clásica preparaciones como las enchiladas de chile guajillo, queso brie, las de langosta y pepián verde y las de pato en mole negro.
A la par de Quintana, surge en la escena otra curiosa impulsora: Marta Chapa. Aunque es más conocida por su faceta artística -pintora de manzanas-, su labor gastronómica ha sido muy importante debido a dos aspectos: la natural inclinación y necesaria ubicación de la gastronomía como una pieza fundamental de la cultura, pero desde su veta artística. Y por la “nueva” plástica de la cocina tecnoemocional. Es que desde hace más de dos décadas, Chapa ha publicado más de quince recetarios, con preparaciones renovadas e inventadas, donde además de las recetas, lo más impresionante son los emplatados (es decir, la forma de presentar el platillo). La pintora descubre a la cocina como un arte asombrosamente visual e incluso más de alguno dudaría si sus recetarios son catálogos de pinturas en tercera dimensión, assamblages o instalaciones. Como muestra imagina algunas de sus creaciones: guacamole tricolor con requesón y granada, atún estrella de mar con vinagreta de chiles ahumados y serpentina de verduras, pechuga de pato con mango y mole al jengibre, salmón marinado al oréganos con espuma de aguacate y jitomate confitado, consomé con ravioles de huitlacoche o una ensalada de langosta y pera con vinagreta de guayaba.
La principal característica de Mónica Patiño, la más joven de las chefs que aparecen en este artículo, es su contribución con su incansable trabajo y apoyo en todo lo largo y ancho del país a incontables restaurantes, además de ser una emprendedora empresaria, que ha inaugurado tres restaurantes de su autoría -Náos, el último, en la Ciudad de México-, no deja de capacitarse y “comerse” todas las cocinas: tailandesa, vietnamita, hindú, hechos que contribuyen al enriquecimiento de su propio estilo: tostadas de atún sobre mayonesa de wasabi, huachinango al vapor con salsa de tamarindo, sopa de pollo perfumada al té de limón estilo thai, y muchas otras más.
Patiño es además comunicadora, coautora de la enciclopedia La Gran Cocina Mexicana (tres tomos). A finales de los noventa inició un programa de televisión nacional que le ha abierto puertas en Latinoamérica hasta consolidarse con un espacio permanente en el canal Gourmet. No es raro encontrar su asesoría en el menú del avión (Aeroméxico), que dé un banquete para una transnacional (Microsoft) o a productores orgánicos en el estado de México.
Y finalmente toca el turno al género masculino. Curiosamente hablaré de una camada posterior al matriarcado ya expuesto.
El más prolífico e incansable es Ricardo Muñoz Zurita. Considerado como un parteaguas en la revalorización y contemporización de la cocina mexicana, Zurita es referencia en todo tipo de investigaciones y obras bibliográficas que le han valido calificativos como “el dueño de la historia gastronómica contemporánea” o “antropólogo de la cocina mexicana”. Autor del Diccionario Enciclopédico de Gastronomía, prácticamente ha escrito en todas las revistas referentes al tema, en periódicos, radio y televisión. Ha participado en todos los festivales nacionales y gran parte internacionales -también invitado al Madrid Fusión 2008-, conferencista, jurado y embajador de la cocina nacional y sobre todo: docente. El trabajo educativo que Muñoz ha encauzado en colegios, universidades e institutos, es un camino invaluable para ampliar los conocimientos y los espacios de la cocina. Además de pasar su tiempo en los salones de clase y las bibliotecas, Muñoz cocina en el café Azul y Oro, de la Ciudad Universitaria de la UNAM. Gazpacho de melón, ensalada de manzana con aderezo de tejocote, nicuatole (gelatina de maíz) con salsa de zapote, chile ancho relleno de pollo al jengibre, tamales tabasqueños de acelga y frijol, enchiladas de jamaica, y su suculento quinteto de buñuelos con salsa de zapote, vainilla, frambuesa, café y chocolate.
El último chef al cual me referiré en esta ocasión está dando mucho de que hablar por su cocina tradicional japonizada, o como dice él, “ranchera interpretada”. Se trata de Adrián Herrera. Cocina comida mexicana, influenciada en técnicas, estéticas y filosofías orientales, misma que se puede degustar en La Fonda San Francisco, localizada en Monterrey. He aquí uno de sus menús semanales completo: paté de hígado de pollo al chipotle con confit de cebolla y ciruela pasa, mole de ranas, tacos de corazones de pollo en salsa de chile seco, estofado de tripas en mole rojo, estofado de lengua al jerez, queso de cabra con conserva de naranja agria y nuez criolla; y de postre, camote crujiente con cacao.
Esta es sólo una brevísima muestra de algunos de los cocineros que en la actualidad gozan de notoriedad nacional e internacional. Ellos han logrado hacerse un nombre con base en un trabajo real de rescate y reinterpretación. Pero, por fortuna, hay una gran lista de gastrónomos, gourmets, investigadores y entusiastas comelones que dinamizan, apoyan y aprecian este renacer de la cocina mexicana.
Ahora bien, aunque parezca contradictorio a mi enumeración de estos nuevos templos y centros de placer gastronómico, les digo sin miedo a equivocarme y con toda certeza: salgan, busquen el mercado más próximo o el pueblo más cercano. Les aseguro que encontrarán una -que digo una, muchas- representaciones de cocinas tradicionales, que han soportado los avatares de la fast food, de las franquicias y sus preparaciones fáciles. Seguramente que estos lugares habrán adoptado una pizca de modernidad pero seguirán ofreciendo unos buenos chiles rellenos en su caldillo, un pipían de cerdo con sus gordas recién torteadas, un caldudo espinazo con verdolagas, unas finísimas pacholas, o una sopa de lentejas con tocino, cebolla, jitomate, cilantro, ajo, panela fresca en cubitos, quizá con unas rodajas de plátano macho, como la preparaba mi abuela. ¡Pura cocina tradicional en vías de modernidad!

fuente: vinisfera.com

jueves, 8 de noviembre de 2012

Se acerca el XVIII Festival Gourmet International de Puerto Vallarta


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Una vez más se acerca el mes del Festival Gourmet International en Puerto Vallarta y ya casi está aquí, trayendo consigo la recompensa de sabrosa comida y una experiencia gourmet sin igual. Este año se va a llevará a cabo del 8 al 18 de noviembre y participará tanto Puerto Vallarta como la Riviera Nayarit..
Festival Gourmet XVIII, 2012
1995 fue el primer año se llevó a cabo el ya reconocido Festival Gourmet, fue el resultado de una conversación entre Thierry Blouet de Café des Artistes, Heinz Reize del Hotel Krystal y Silvan Müller de Nestlé. En esta conversación surgió la idea de promover la vibrante escena gastronómica de Vallarta y los excelentes restaurantes localespara que el mundo lo viera y apreciara.

En 1995, el primer festival se llevó a cabo con la participación de seis
hoteles de 5 estrellas y seis restaurantes locales, cada uno con un chef invitado. Hasta la fecha, el formato no ha cambiado, cada restaurante anfitrión trae a un chef invitado, pero ahora los participantes están mucho más cerca de 30 este año.En los 10 días que dura el festival gourmet durante los 17 años que se ha realizado, se ha enriquecido tanto la actividad gastronómica local y ha destacado de manera contundente que Puerto Vallarta es un destino con mucho más para ofrecer al turista que lo tradicional y común de undestino de playa en México.
Los chefs invitados trabajan junto con los maestros locales, tanto en los hoteles y en los restaurantes locales sobre la creación de nuevos platos de calidad gourmet, lo que hará este evento una experiencia superior y única.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La raicilla, un destilado mitico


La raicilla es una bebida alcohólica emparentada directamente con el tequila, con el cual comparte tanto su origen como el método de elaboración. La diferencia estriba en que este último es producto del agave azul, mientras que la raicilla es un destilado del agave lechuguilla. Producto tradicional de Jalisco –su producción abarca desde los pueblos enclavados en la Sierra Madre Occidental hasta las comunidades de la costa- la raicilla aún está en búsqueda de obtener su denominación de origen con el propósito de elevar la calidad y sustentar el prestigio de esta bebida, digna de darse a conocer a nivel nacional e internacional como embajadora de nuestra región.
Proceso de elaboración
Para la raicilla, hay dos variedades de agave por las cuales se procesa. Uno se encuentra en la Región Costa, encabezada por El Tuito y Cabo Corrientes, con un tipo de agave. El otro se encuentra en la Región Montañosa, encabezada por San Sebastián del Oeste, Talpa y Mascota. El agave de la raicilla, conocido como “lechuguilla”, es un agave silvestre. Su reproducción es a base de semilla, a diferencia del agave tequilero, que su reproducción está basada en hijuelos.
El proceso de elaboración de esta bebida, puede ser descrito a grandes rasgos, por los siguientes pasos:
1. Cuando los destilados de agave están en plena madurez, comienza a brotar el quiote (el tallo comestible de la flor del maguey). Posteriormente se corta el quiote, el cual puede durar hasta tres años sin procesar.
2. Se quita la penca para dejar la piña limpia.
3. La piña se tatema. En el caso de la raicilla, se usa un horno tipo panadero que se calienta a cierta temperatura hasta que las paredes queden al “rojo-blanco”; es decir, cuando las paredes se llenan de ceniza blanca. Eso indica que el horno está en su punto.
4. Se sacan las brasas y se meten todas las piñas al horno sellándolo perfectamente, ya que si hubiera una fisura, entra oxígeno y se pueden incendiar las piñas. Así que requiere un cuidado de 36 a 48 horas.
5. Se abre el horno y se extraen las piñas ya tatemadas. En ese momento cambia el nombre de la piña; ahora se le llamará mezcal.
6. Se extraen los jugos de ese mezcal (piña tatemada), a base de un molino desgarrador y se da una macerada con un mazo de madera.
7. Se coloca en recipientes y se hidroliza; es decir se le agrega agua destilada. Luego, se incluye tanto el jugo como las fibras o “mosco” y se comienza el proceso de fermentación por inducción natural. Dependiendo de los recipientes, la fermentación puede durar de seis a quince días.

8. Una vez que está lista la fermentación, se colocan el jugo y las fibras en pequeños recipientes, donde se calientan a fuego lento para que el vapor sea captado por la parte superior del recipiente. Después se introduce a un serpentín, donde se inyecta agua para que se vaya enfriando hasta que poco a poco va saliendo la bebida.
Cabe destacar que esta descripción corresponde a la preparación artesanal de la raicilla, pues actualmente los procesos para la obtención del tequila, bacanora, sotol y otros destilados ya están más industrializados.
Actualmente, el Ing. Jorge Dueñas, productor de la marca “El Real” en San Sebastián del Oeste, y quien desde 1997 ha impulsado todos sus esfuerzos en hacer de esta bebida un producto de gran prestigio en la región, ha sometido a control de calidad estos procesos. Su marca, por ejemplo, cuenta con cuatro presentaciones:Raicilla Blanca (con graduación de 40%);Raicilla Oro (equivalente al tequila reposado. A diferencia del tequila se encuentra en barricas de tres a doce meses, cuando en la norma oficial del tequila se establece que los reposados deben estar de dos a tres meses en barricas); Raicilla Añeja (se encuentra de 24 a 36 meses en barrica); Raicilla XO: Extra Añeja (se encuentra en barricas más de 36 meses y la graduación oscila entre 36 y 38%. Esto le da un sabor suave y agradable).
Breve marco legal
En estos momentos, la raicilla aún está en búsqueda de su denominación de origen, la cual es una figura jurídica que protege cuatro aspectos fundamentales: una región perfectamente delimitada; una materia prima; una bebida o producto; y el nombre de ese producto. Por ejemplo: los 126 municipios de Jalisco pueden hacer tequila y usar esta palabra, siempre y cuando soliciten permiso al gobierno mexicano, el cual es el poseedor de la denominación de origen junto con algunas regiones de Nayarit, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas.
En el caso de la raicilla, se ha logrado ya delimitar perfectamente la región de origen en siete municipios (San Sebastián del Oeste, Mascota, Talpa, Atenguillo, Mixtlán, Huachinango y Cuautla), más algunos otros colindantes que comparten también las mismas costumbres, condiciones climatológicas y producción de la misma (Puerto Vallarta, Cabo Corrientes, Tomatlán y Ayutla). Con ello, se está logrando que la raicilla obtenga su denominación de origen, misma que significaría una característica esencial que contribuiría a sacarla de su mala reputación y ponerla en el lugar que le corresponde.
En 1997, el Ing. Jorge Dueñas, productor de Raicilla El Real, comenzó con este negocio en el marco de la economía legal constituyendo el Consejo Mexicano Promotor de la Raicilla, organismo titular de la marca colectiva Raicilla Jalisco. A partir de ese momento, para usar la denominación Raicilla Jalisco, cualquier productor tiene que ser miembro de ese consejo. Esto es un sinónimo y garantía de calidad, ya que dentro de esta agrupación quedó establecida la norma bajo la cual debe producirse la raicilla. Actualmente se cuenta con 70 miembros, aproximadamente, y se espera que otros productores se sigan sumando para elevar la calidad y sustentar el prestigio de la raicilla a nivel nacional e internacional.
Así que, a partir de ahora, considere como inigualable opción para disfrutar de las fiestas mexicanas, una buena dosis de este elixir espirituoso, orgullosamente mexicano. Para alegrar los corazones, estimular cada poro del cuerpo y disfrutar de principio a fin, suavemente, despacito y durante toda la noche, nada mejor que esa esencia femenina: la raicilla.




fuente. vallarta online